La Suciedad Bajo el Tapete: Por Qué las Heridas Ocultas Te Están Pudriendo en Silencio
Fui un tonto experto en limpieza emocional. No la limpieza de resolver los problemas, sino la limpieza de esconderlos.
Mi técnica era simple: cuando venía la vergüenza, el dolor o el trauma de un fracaso, de un abandono o de una traición, yo activaba el modo "alfombra".
Leer más
La Prueba de Fuego: ¿Qué Haces con el Que No Piensa Como Tú?
Si hay algo que dispara el botón de pánico en nuestra vida adulta, no es un email de tu jefe. Es la persona que te obliga a cuestionar todo lo que crees que está "bien".
Fui un tonto que creyó que la Congruencia (hacer lo que predicas) se aplicaba a mi entorno. Es decir, si yo era honesto, todos a mi alrededor deberían ser honestos bajo mis mismos códigos de conducta.
Leer más
El problema de la obesidad mental
Fui un tonto intelectual. Creía que mi valor y mi potencial de éxito estaban directamente ligados a la cantidad de conocimiento que podía acumular. Libros, podcasts, cursos, seminarios; era un devorador insaciable de información.
La mente humana es increíblemente necia. Nos encanta la sensación de poder que nos da saber algo. Pensamos: "Si leo este libro, ya soy experto en finanzas." O: "Si termino este curso, ya soy un líder."
Leer más
Con Dios en la Boca y el Demonio en las Acciones: El Alto Precio de la Incongruencia
Si hay algo que define a un tonto social, es la falta de Congruencia. Es la habilidad de recitar un código moral elevadísimo mientras, en la práctica, vives según otro completamente distinto.
Yo fui un experto en esto. Hablaba de disciplina (como la del agua fría) pero luego me saltaba entrenamientos si nadie me veía. Daba consejos de honestidad, pero mentía en mis gastos.
Leer más
El Síndrome del Mono Necio: Por Qué Tu Mano Cerrada Es Tu Propia Prisión
He sido ese mono. He pasado gran parte de mi vida agarrando con tanta fuerza relaciones, ideas, trabajos o expectativas dañadas que me he quedado atrapado, sintiendo que no había salida.
Mi gran pendejada fue confundir sujetar con fuerza con seguridad. Creía que si soltaba, me iba a caer o perdería algo esencial.
Leer más
La Fruta Podrida del Éxito: 11 Años de Fracaso Oculto (Gracias, Del Toro)
Nuestra sociedad está dañada por una sola obsesión: el Triunfo. Creemos que el éxito debe ser inmediato, visible y sin fallos. Si no está en redes sociales, no existe. Si no es perfecto, es un fracaso.
Yo fui el primero en vender esa imagen, el necio que solo mostraba la medalla de oro, no los fracasos en el agua fría.
Esta obsesión por el triunfo es una trampa mortal, y me quedó clarísimo cuando escuché al maestro del cine Guillermo del Toro, hablando sobre su trabajo.
Leer más
El Fuego de la Repetición 12: Por Qué Crecer Duele (Y Por Qué Deberías Elegir Tu Dolor)
El Error: Buscar la Vida sin Fricción
Fui un tonto que creyó que la vida de adulto exitoso consistía en alcanzar un estado de cero dolor. Pensaba que el objetivo era optimizar la vida para evitar la fricción, el esfuerzo y las sensaciones incómodas.
Pero la vida es física, y la física es crecimiento: crecer duele.
Leer más
La Mentira del "Estoy Bien"
El Error: El Mito de la Fortaleza Estoica
Permítanme ser honesto: estamos viviendo en la tiranía del performance. Nuestra cultura nos ha programado para responder a la pregunta "¿Cómo estás?" con un reflejo automático: "Bien."
No importa si por dentro tu vida personal está en cenizas o si tu hater interno está gritando que eres un necio. La respuesta debe ser pulcra, profesional, y optimista: "¡Todo bajo control!"
Mi gran error fue creer que esa máscara de "estar bien" me hacía fuerte. En realidad, solo me hacía un dañado emocionalmente reprimido.
Leer más
La Máscara del Agradable: Por Qué el Reconocimiento Falso te Está Destruyendo
El Error: El Negocio de Caer Bien a Todos
Permíteme ser honesto: durante años, mi principal negocio fue el de la Apariencia. Mi meta no era ser bueno en algo; era caerle bien a los demás. Creía que la aceptación era el billete a la felicidad y al éxito.
Por eso, invertí todo mi tiempo en construir una imagen que pudiera ser universalmente gustable. Una fachada pulcra y segura, siempre sonriente, siempre de acuerdo.
El costo de este negocio tonto fue altísimo. Para mantener la máscara tuve que hacer estas idioteces:
Leer más
El Clavado del Tonto: Por Qué la Verdadera Valentía No Es Saltar de un Risco
El Error: Confundir la Valentía con la Estupidez Adrenalínica
Permítanme ser honesto: durante mi juventud, yo creía que la valentía era sinónimo de ignorancia y altos niveles de adrenalina. Si no te estabas poniendo en peligro físico o ganando una apuesta estúpida, no eras valiente.
Esto quedó perfectamente ilustrado durante un viaje a México.
Leer más