El Clavado del Tonto: Por Qué la Verdadera Valentía No Es Saltar de un Risco
El Error: Confundir la Valentía con la Estupidez Adrenalínica
Permítanme ser honesto: durante mi juventud, yo creía que la valentía era sinónimo de ignorancia y altos niveles de adrenalina. Si no te estabas poniendo en peligro físico o ganando una apuesta estúpida, no eras valiente.
Esto quedó perfectamente ilustrado durante un viaje a México.
Estábamos en una playa con unos riscos perfectos para lanzarse de clavado. Rápidamente, la presión del grupo se activó. Mis amigos, esos grandes pensadores, me lanzaron el reto definitivo: "A ver, tírate si eres muy valiente."
Y yo, ese necio que buscaba la validación externa, decidí hacerlo.
Subí la roca. Las piernas me temblaban con cada escalón. El desafío era esperar el momento preciso: las olas debían llenar aquel hueco lleno de piedras de agua, porque si te lanzabas antes, la muerte o la parálisis te esperaban.
Yo no pensé. Yo no medité. Yo solo actué. Me tiré. Según yo, para demostrar que era valiente. (Spoiler: No lo fui. Fui solo un patán con suerte).
La Lección del Latín: El Coraje que Nadie Ve
Sobreviví el clavado. Mis amigos me felicitaron. Pero con el tiempo, entendí la gran pendejada de esa escena. Eso no fue coraje; fue una simple exhibición de ego.
El verdadero click llegó cuando descubrí la etimología de la palabra. La palabra Valentía es sinónimo de Coraje, y su significado original en latín es:
Coraje (del latín cor): Hablar desde el corazón, diciendo todo lo que sientes.
¡Zas! La verdadera valentía no era lanzarme a las rocas; era enfrentarme a mis miedos internos y, peor aún, verbalizarlos.
Nos han enseñado que el coraje es no llorar, no quejarse y no pedir ayuda. Hemos perdido el contacto con la idea de que hablar de modo honesto y abierto sobre quiénes somos, lo que sentimos y nuestras experiencias (buenas y malas) es la definición de valentía.
El Acto Más Valiente (Y Aburrido) de tu Día
En mi vida , he hecho cosas físicamente peligrosas (como ese clavado), pero nada me ha dado más terror que la disciplina de ser vulnerable.
Lo más valiente que hago hoy no tiene nada que ver con riesgos físicos. Tiene que ver con esto:
Pedir lo que necesitas es una de las cosas más valientes que harás en tu vida.
Pedir ayuda en un negocio. Decirle a tu pareja que te sientes dañado. Admitir que no tienes ni idea de cómo hacer algo. Eso es Coraje.
¿Sabes por qué da miedo? Porque cuando saltas del risco y fallas, te rompes un hueso. Pero cuando te abres y pides ayuda, corres el riesgo de que la gente te juzgue, te rechace, o descubra que no eres el "súper-humano" necio que intentas aparentar.
Ese es un riesgo emocional que la mayoría prefiere evitar. Y por eso, hay más gente saltando de riscos que pidiendo honestamente un aumento de sueldo o un abrazo.
Si hay algo que aprendí del clavado, es que la adrenalina es un pésimo sustituto para la verdad.
El gurú te vende la valentía como una "fuerza interior" que no siente miedo. Yo te digo que la valentía es sentir el miedo a ser honesto y hacerlo de todas formas.
Deja de buscar riscos. Empieza a buscar las palabras correctas para nombrar lo que te duele o lo que necesitas.
Sé valiente. Sé honesto. Pide ayuda. Eso es mucho más difícil que saltar al agua fría a las 4 a.m.
Sé disciplinado con tu verdad.