El peso de la duda y la búsqueda de aprobación
Dudamos de nosotros mismos mucho más de lo que nos atrevemos a admitir. Es un susurro constante que nos hace cuestionar cada decisión y cada paso que damos. Y cuando esa duda se vuelve muy fuerte, ¿qué hacemos? La mayoría de las veces, salimos a buscar respuestas en los demás. La duda que tenemos de nosotros mismos está directamente conectada con la necesidad de aprobación ajena. Buscamos que sean otros los que definan qué es significativo para nosotros.
Nos encontramos preguntando: "¿Crees que esto es una buena idea?", "¿Te gusta lo que hice?", "¿Es esto lo suficientemente bueno?". Nos hemos acostumbrado tanto a que nuestra validación venga de fuera, que hemos perdido la capacidad de reconocer nuestro propio valor. Creemos que si los demás aprueban nuestro camino, entonces nuestro camino es el correcto.
Nadie puede definir tu significado
El problema de esta dinámica es que le entregamos nuestro poder a los demás. Le damos a sus opiniones el peso de nuestra propia felicidad y propósito. Pero la verdad es que nadie, absolutamente nadie, puede definir lo que es significativo para ti, excepto tú mismo. Lo que te da alegría, lo que te llena de energía y lo que te hace sentir vivo, son respuestas que solo tú conoces. Son verdades internas que no se encuentran en la validación de los demás.
Cuando buscas la aprobación, no estás construyendo tu vida sobre tus propios valores, sino sobre un conjunto de expectativas externas que cambian constantemente. Es como intentar construir una casa en arena. La base nunca será lo suficientemente sólida para sostener tu verdadero ser.
Cómo soltar la duda
Superar la duda sobre uno mismo es un acto de liberación. Requiere que tomes una decisión consciente de dejar de buscar fuera lo que solo puedes encontrar dentro. Es un viaje de regreso a tu propia voz, a tu intuición y a tu propio poder.
Para empezar, es importante reconocer que tu valor no se mide por lo que otros piensan. Tus éxitos y fracasos son tuyos y de nadie más. Y lo más importante, es crucial que te des cuenta de que no necesitas permiso para ser quien eres.
Un ejercicio para la práctica diaria
Para empezar a fortalecer esa creencia, intenta este simple ejercicio todos los días:
Identifica un momento de duda. Al final del día, reflexiona sobre una situación en la que sentiste la necesidad de buscar aprobación. Puede ser algo tan simple como querer una opinión sobre tu ropa o algo más grande, como tu desempeño en el trabajo.
Cuestiona el pensamiento. Cuando surja ese pensamiento de "necesito saber qué opinan los demás", pregúntate: "¿Por qué me importa tanto su opinión? ¿Estoy orgulloso de lo que hice?".
Termina con una afirmación. Una vez que hayas cuestionado la necesidad de aprobación, afirma en voz alta o en tu mente: "Mi valor no depende de lo que piensen los demás. Soy suficiente".
Superar la duda sobre uno mismo es creer que uno es suficiente y soltar esas voces que nos dicen que deberíamos ser. Es una elección diaria de confiar en lo que ya sabes, de honrar tu propio camino y de encontrar la única aprobación que realmente importa: la tuya.